Nos duele amigos hasta los huesos,
y se endurecen nuestras entrañas
Por la injusticia, la cobardía,
va invadiendo la hipocresía.
Hay tanta bronca acumulada,
tanta traición disimulada
Que se nos ciegan nuestras miradas,
Y el desencanto no va aquietando.
Hay que seguir andando nomás,
hay que seguir andando.
Hay que seguir andando nomás,
hay que seguir andando.
Muchos no están, hermano mío,
y el corazón siente el vacío.
Corren lágrimas en nuestro rostro,
ellos están juntos a nosotros.
Por el dolor, la voz callada
que nos golpea, que nos aplasta.
Resiste el hombre que está enjaulado,
resiste el pueblo acribillado.
Y se nos ciegan nuestras miradas,
que nuestra historia no está cerrada.
Son nuestro llanto, nuestra alegría,
semilla abierta de nuestra vida.
Al hombre nuevo Dios va creando,
con nuestro barro lo va engendrando.
También camina a nuestro lado,
no tengas miedo, suma tu mano.
Su espíritu sigue impulsando
a éste pueblo crucificado.
El pueblo libre será posible,
muchos testigos hoy nos lo dicen.
Padre Angelelli, Oscar Romero,
Carlos Mujica, mil compañeros,
Su sangre canta en nuestras cuerdas,
éste es el tiempo del hombre nuevo.
Hay que seguir andando nomás,
hay que seguir andando.
Hay que seguir andando nomás,
hay que seguir andando.