Escuela en sentido eclesial

Los 500 años de Nuestra Arquidiócesis.

Nos preparamos para vivir el AÑO JUBILAR.


Preparando los 500 años de nuestra Arquidiócesis

Nuestra Sra del Rosario

El 14 de mayo de este año nuestra Arquidiócesis cumple 499 años. Desde sus orígenes Nuestra Señora del Rosario del Milagro, ha sido nuestra Patrona, quien nos acompaña hace ya casi cinco siglos. 
La historia de esta imagen, tan querida por los cordobeses, es ciertamente muy particular. Se sabe que, en 1592, García Hurtado de Mendoza, Virrey del Perú salvaba, de un naufragio proveniente de España, una caja de madera con dos imágenes. La caja tenía rótulos grabados a fuego que decían: “una Señora del Rosario para el Convento de Predicadores de la Ciudad de Córdoba, Provincia del Tucumán y un Señor Crucificado para la Iglesia Matriz de la Ciudad de Salta, Provincia del Tucumán, remitido por Fray Francisco Victoria O.P., Obispo de Córdoba del Tucumán”.

En marcha triunfal desde el Perú llegaron las imágenes a la ciudad de Salta donde fueron recibidas con entusiasmo. Allí quedó el Cristo y la comitiva continuó portando a la Virgen destinada a Córdoba. En tiempos de calamidades públicas, sequías, epidemias y otros flagelos, el pueblo de Córdoba siempre la invocó. El Virrey Liniers atribuyó el triunfo sobre las invasiones ingleses de 1806 y 1807 a la Virgen de Córdoba y en reconocimiento le envió dos banderas. Igual actitud tomó el General San Martín al ofrecer a la venerada imagen una de las banderas del Ejército de los Andes. En 1892 el Obispo de Córdoba, el dominico Fray Reginaldo, pidió al Papa León XIII la corona pontificia para la Virgen. En 1934, cuando el Papa Pío XI erigió como sede arzobispal a la antigua Diócesis de Córdoba del Tucumán (creada en 1570) declaró a la Santísima Virgen del Rosario del Milagro, Patrona Principal de la Arquidiócesis.

Ayer y hoy ella es inspiración para el Pueblo de Córdoba. Ella es la Patrona de nuestra Arquidiócesis y la Patrona del XI Sínodo. María en la Iglesia de hoy es la verdadera discípula misionera: “la gran misionera, continuadora de la misión de su Hijo y formadora de misioneros” (DA 270). María acompañó el camino de todos los sínodos que se celebraron en nuestra tierra. También hoy es nuestro modelo de Iglesia en salida: “María es símbolo y realidad de toda la Iglesia que, saliendo de sí misma, se pone al servicio del cuidado de la vida. Saliendo al encuentro, en actitud misionera, posibilita que Dios visite a su Pueblo. María es mediadora, servidora, peregrina y misionera en consonancia con toda la historia de salvación, en la que, Dios –junto a su Pueblo – se presenta como el Peregrino y el Caminante. El mismo Jesús también se dice y se hace, a sí mismo, Camino (cf. Jn 14,6). Resucitado transita con los suyos (cf. Lc 24, 13-35). Incluso las primeras comunidades se llamaban “los del camino” (Hch 9,2). El camino es siempre una identidad. Somos el camino que hacemos y hacemos el camino que somos. La visita de María nos hace pensar en el dinamismo de toda la Iglesia. Ella ha hecho suyo nuestro camino poniendo a toda la Arquidiócesis en movimiento y salida. ¿Cuáles son los objetivos de este nuevo Sínodo?: el anuncio del Evangelio, especialmente el primer anuncio de la fe en este presente de Argentina y de Córdoba. En todo esto nos auxilia María, la Madre de la Iglesia evangelizadora. Como verdadera Madre camina con nosotros. Hay un estilo mariano en la actividad evangelizadora de la Iglesia. Esta dinámica de caminar hacia los demás es lo que hace de ella un modelo eclesial para la evangelización” (CARTA PASTORAL DEL ARZOBISPO DE CÓRDOBA CON OCASIÓN DEL ANUNCIO DEL XI SÍNODO ARQUIDIOCESANO. CÓRDOBA. 07. 10. 2015, 1-2. 7).

Ayer -como hoy- Nuestra Señora del Rosario del Milagro inspira nuestro camino y nos impulsa a revisarnos, como comunidad eclesial, para estar a la altura de los tiempos que vivimos.

Eduardo Casas

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